24 de noviembre de 2010

El precio de lo bueno

Pues realmente estoy sorprendido por el nivel de exigencia de la maestría, para los que no lo sepan hago una maestría en ciencias sociales. Y la verdad toda la vida me he considerado algo así como ñoño pero debo confesar, que está maestría me ha enseñado lo poco o nada que sé en realidad.

Es muy difícil darles gusto a los profesores, pero al final es difícil darme gusto a mi mismo porque siempre queda algún detalle a mejorar, cuando menos me doy cuenta de ello pero bueno lo que pasa es que el tiempo no me alcanza.

Es un enorme reto esta fase de mi vida, espero para el doctorado estar mejor preparado. No que no lo esté ahora pero si siento que me falta.

Ahora hay un congreso que se llama CELAO y es realmente genial. Los académicos conviven con los estudiantes al punto de comer junto a ti y preguntarte sobre tus temas e intereses académicos. Son 3 días de asesoría intensa y la verdad me está ayudando mucho.

Saludos a todos!

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